4 jul 2012

recuerda que quiero estar a tu lado aunque tú no lo sepas

que las cosas no son lo que parece. para qué mentir. yo tengo el mismo defecto a la hora de escribir que la hija de sabina (y si no sabes cuál es, lee su biografía) así que diré que hoy no me apetece hablarle. me apetece hablarte. (hablar a él, hablar a ti). en fin, que no sé que decir. pues no escribas marta. está bien, me limitaré a contarte.




cuando era pequeña todos los veranos iba la misma playa (sigo haciéndolo) y siempre fui muy ''padrera''. me agarrabal dedo índice de mi padre, que venía ser muy adaptable a mi mano, y andabal lado de este señor de un metro noventa, piernas delgadas y nariz prominente. cuando me cansaba le decía que me llevase a hombros pronunciando las siguientes palabras ''colo,colo''. la mayoría de anécdotas me las han contado, pero hay algo que nunca olvidaré, algo que inexplicablemente se me ha quedado marcado a fuego en mis recuerdos. cuando íbamos por el paseo, caminando al lado de la playa, a lo lejos en el mar había luces, luces parpadeantes, luces de diferente color, como puntos en ese mar que pensaba que no acababa nunca. y mi padre siempre me decía: ''¿ves esas luces? pues escucha, son lobos de mar. como el lobo de caperucita, pero son todos mayores y ancianos y están en los barcos tomando cervecitas y navengando. sólo salen por las noches y es muy difícil verlos, pero ahí, cada noche, los verás a lo lejos. porque los papás algún día se convertirán en lobos de mar, y aunque sus hijitas no puedan verlos, están ahí, y son lobos buenos'' yo me quedaba boquiabierta y me imaginaba a los animales con tatuajes, en una especie de barco pirata y bebiendo una cerveza tras otra y me preguntaba si mi padre o mi abuelo por las noches se irían y serían lobos de mar. 
ahora sólo sé que el día que me falte alguien, sabré que se ha transformado en lobo y que me ve desde alta mar, y bebe cerveza para celebrar que el resto del mundo está en tierra, viendo sus luces y sabiendo que nada malo les pasará.


aunque con los años descubrí que eran marineros que probablemente ni tendrían tatuajes ni beberían cervezas, yo me quedo con que el hombre no se diferencia tanto del lobo. 

2 comentarios:

  1. En primer lugar, me encanta la imagen que has puesto, es preciosa!!

    Como también es preciosa la historia que te contó tu padre sobre los Lobos de mar. Y es precioso que recuerdes cosas así. Todo sería mejor si solo recordáramos las cosas buenas, las historias que nos gustan, verdad?

    muaaak.

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  2. Debo admitir que por curiosidad, he estado buscando lo de Joaquín Sabina y no he encontrado nada. ¬¬ Jajaja... ¡¡Soy MUY cotilla!!

    Por otro lado... ¡¡Qué historia más bonita la de "los lobos de mar"!! Es preciosa. Si que está bien imaginarse a todos los hombres mayores tatuados y bebiendo cerveza. ¡¡Qué mejor final!!

    Y lo mejor de toda la historia es que te la contara tu padre.

    BeSiToS! ^^

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